Ejercicio
¿Te parece difícil la idea de hacer ejercicio con EM? Puedes pensar que estás demasiado cansado, demasiado débil o que tienes demasiado dolor. Es posible que no sepas cómo hacer ejercicio con tus limitaciones. O tal vez te preocupe que estar más activo te hará sentir peor. Todas estas son preocupaciones válidas, pero paradójicamente, ser más activo puede tener el efecto contrario. Con el tiempo, la actividad física regular puede tener enormes beneficios para la salud, además de ayudar a controlar tu EM. Mantenerse saludable proporciona una base más sólida para controlar la EM.
Ayudar a dormir mejor.
Reducir el dolor y la fatiga.
Mejorar tu función cognitiva (capacidad de pensamiento).
Mejor equilibrio y movilidad.
Mejor humor.
La Sociedad de Esclerosis Múltiple de Canadá ha establecido recomendaciones de ejercicio específicas para la EM, pero no se han probado para ver cómo se comparan con las recomendaciones más utilizadas para la población general. La Sociedad de Esclerosis Múltiple de Canadá indica que los adultos de 18 a 64 años con EM que tienen una discapacidad de leve a moderada necesitan:
Al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada 2 veces por semana MÁS.
Ejercicios de entrenamiento de fuerza para los principales grupos musculares 2 veces por semana.
Si estos objetivos te parecen abrumadores, la buena noticia es que un poco de actividad física, incluso 10 minutos al día, puede marcar la diferencia. La clave es comenzar lentamente y con actividades que te resulten fáciles de realizar. Con el tiempo, puedes aumentar gradualmente tu actividad y comenzar a hacer más. Asegúrate de hablar primero con tu proveedor de atención médica antes de cambiar o aumentar la cantidad de actividad que realizas. Esto puede ayudarte a asegurar que tus síntomas están bajo control y que sea seguro comenzar. También puede ayudarte a evitar que te esfuerces demasiado, lo que puede provocar un brote o un empeoramiento de tus síntomas.
Consejo para la intensidad del ejercicio: ¿Qué quiere decir “con intensidad moderada"?
Puedes saber cuándo estás realizando un ejercicio de intensidad moderada si el ejercicio:
Te hace respirar más rápido, pero no te quedas sin aliento.
Comienzas a sudar un poco después de 10 minutos.
Puedes mantener una conversación, pero no tienes suficiente aliento para cantar.
Mitos y realidades sobre la actividad física y la EM
MITO:
Las personas con EM no deben ni pueden estar físicamente activas.
HECHO:
Los estudios han demostrado que las personas con EM se benefician de estar activas. De hecho, el ejercicio es una parte clave del manejo de la EM. El ejercicio está relacionado con más energía, menos dolor y un mejor estado de ánimo en la EM.
MITO:
Te sentirás peor si estás más activo.
HECHO:
Con el tiempo, estar activo puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y tu función física, aunque al principio puedas sentir más dolor o fatiga.
Es posible que tus músculos se hayan debilitado debido a la inactividad, pero esto puede disminuir a medida que tu cuerpo se adapta a la actividad nuevamente. Recuerda que el exceso de ejercicio también puede provocar más dolor o fatiga. Habla con el especialista sobre las formas de ayudarte a ser más activo.
Hay 4 tipos de ejercicios estructurados que han demostrado ayudar a las personas con EM. Ten en cuenta que estas actividades se pueden realizar en un gimnasio, en casa o en tu comunidad.
Ejercicio aeróbico.
Flexibilidad o estiramiento
Entrenamiento de resistencia o fuerza
Ejercicios neuromotores
Tus resultados pueden diferir de los de alguien que no tiene EM o de lo que alguna vez pudiste hacer. Tus resultados dependerán de la condición en la que te encuentres ahora y de la intensidad de tus síntomas. Al comenzar tu nuevo programa de ejercicios, ten en cuenta estos consejos:
¿Qué sucede si simplemente no estoy listo para comenzar a hacer ejercicio en este momento?
Quizás llevas tanto tiempo sedentario que no te imaginas empezar a hacer ejercicio. O tal vez tengas miedo de que incluso el más mínimo ejercicio provoque un aumento en tus síntomas. Cualquiera que sea la razón por la que dudes sobre comenzar a hacer ejercicio ahora mismo, primero puedes comenzar aumentando tu nivel de "actividad física del estilo de vida".
Las actividades físicas del estilo de vida son cosas que haces o disfrutas como parte normal de la vida diaria, como limpiar la casa o jugar con los niños. Lo importante es tratar de estar activo y darte crédito por lo que ya puedes estar haciendo. A medida que te vuelves más activo, puedes intentar trabajar gradualmente para realizar actividades más desafiantes. Cualquier aumento en la intensidad del ejercicio debe ocurrir gradualmente.
A medida que avanzas en las actividades a continuación, verás que éstas requieren más energía y esfuerzo físico. Dependiendo de cómo te sientas, puede ser realista para ti desarrollar actividades en los rangos leves y moderados. Usa las listas a continuación como una guía general, pero no completa, de los tipos de actividades que puedes elegir en cada categoría. A medida que te vuelvas más activo, puedes intentar trabajar gradualmente para realizar actividades más desafiantes.
Ejemplos de actividades físicas.
Ya sea que desees aumentar las actividades de tu estilo de vida o comenzar un programa estructurado de ejercicios, es posible que tengas problemas para comenzar y cumplir con un plan. Puede ayudar si:
Si tienes miedo de que estar más activo provoque un nuevo brote, entonces:
Considera si es posible que hayas hecho demasiado en el pasado.
Planifica con anticipación y controla tu propio ritmo utilizando los consejos de la Hoja de trabajo de control de tu propio ritmo para encontrar el nivel de actividad adecuado para ti.
Trata de pensar en estar activo como una forma de ayudarte a sentirte mejor.
Si no estás seguro de qué hacer o cómo empezar, entonces:
Calor: las personas con EM suelen ser sensibles al calor. Si bien el calor no necesariamente desencadenará una exacerbación, el sobrecalentamiento puede empeorar los síntomas.
Equilibrio: si tienes problemas con el equilibrio y te preocupa caerte, debes tener especial cuidado con tu seguridad personal.
Una nota sobre estar sentado demasiado
El ejercicio es muy importante para la salud general y el control de los síntomas de la EM. Pero no es suficiente hacer ejercicio; también debes asegurarte de limitar tu tiempo de inactividad. Los adultos de hoy en día somos demasiado “sedentarios”, lo que significa que tendemos a permanecer sentados en actividades tranquilas, como mirar televisión o trabajar en la computadora por más tiempo del que es saludable. Por lo tanto, incluso si cumples con los 150 minutos recomendados de ejercicio por semana, debes asegurarte de controlar y limitar la cantidad de tiempo que pasas sentado. Toma descansos para levantarte y caminar o estirarte durante largos períodos de sedentarismo, o pararte en lugar de sentarte, si puedes.
Muchas personas con EM no son activas. Es posible que no sepan qué hacer, qué pueden hacer o cómo empezar. Estos son algunos consejos que pueden ayudar a las personas a ser más activas:
Las recomendaciones de esta página son guías generales para los pacientes:
Dado a que la enfermedad y condición clínica de cada persona es diferente, las orientaciones deben ser validadas por el médico tratante para que estén adaptadas a cada paciente.